martes, 7 de mayo de 2013

Balance y ratios de la empresa



Ratios financieros. Con el cálculo de los ratios se consigue un indicador sintético que resume una información sobre la situación de la empresa. Los ratios no se pueden utilizar de forma aislada para dar interpretaciones generales, sino que deben de acompañarse de otros indicadores que permitan comparaciones e interpretaciones ajustadas y orientadoras.

Ratio de disponibilidad inmediata. Muestra la proporción de deudas a corto plazo que se podría liquidar con las cuentas de tesorería de la empresa. El valor óptimo es muy relativo y depende del tipo de empresa y del sector, pero diversos autores lo cifran en torno a 0,1 – 0,4. Nuestra empresa no tiene dificultad para hacer frente a sus pagos más inmediatos, sin entrar en riesgo de suspensión de pagos, ya que el resultado es de 0,39

Ratio de tesorería. Indica la capacidad para liquidar las deudas a c/p sin riesgo de suspensión de pagos. Para evitar problemas de liquidez debe de tener un valor entre 0,8 y 1. Al ser de 0,9 no existe riesgo de suspensión de pagos ya que con el realizable y el disponible podemos hacer frente a las deudas a corto plazo. Si es muy superior a 1 hay un exceso de liquidez, la empresa mantiene recursos sin rendimiento.

Ratio de liquidez. Se compara el activo corriente con el pasivo corriente y muestra la situación de liquidez de la empresa, pero no de una forma inmediata como el anterior. Debe encontrarse entre 1,5 y 1,8.  El resultado del cálculo de este ratio es de 3,7 lo que muestra que no disponemos de liquidez suficiente.

Ratio de garantía. Este ratio mide la capacidad total de la empresa para afrontar sus deudas, y debe ser mayor que 1,7. El resultado del cálculo de este ratio es de 1, lo que indica que el total de nuestras deudas es prácticamente igual que el total de nuestras inversiones. Esto se debe a que hemos invertido poco capital social, ya que somos una nueva y pequeña empresa y las socias no disponemos de mucho capital para invertir.

Ratio de autonomía financiera. Muestra la relación entre el pasivo no corriente y las deudas totales de la empresa. Sirve para comprobar la calidad de la financiación de la empresa, en el sentido de su dependencia con respecto a la financiación externa. El valor óptimo tampoco está muy definido, pero podría establecerse un valor mayor que 1. Al disponer de poco capital social, dependemos de financiación ajena a la empresa, por lo que no disponemos de autonomía financiera. 

Ratio de endeudamiento: mide el grado de endeudamiento de la empresa. Debería ser menor que 1, cuando en nuestra empresa el resultado es de 63,75. Nuestra empresa se encuentra sobre-endeudada debido a que se trata de una nueva y pequeña empresa que acaba de comenzar su actividad, y por tanto, necesita de gran financiación para llevar a cabo su proyecto.

Ratio de la calidad de la deuda. Indica la proporción de las deudas de la empresa que son exigibles a corto plazo. Su valor óptimo tampoco se puede indicar con exactitud. Cuanto más bajo sea el ratio, el endeudamiento será de más calidad, ya que, cuanto mayor sea el plazo de pago de las deudas, disponemos de un mayor margen.
Sus valores deben encontrarse entre 0,2 y 0,5. El resultado de calcularlo es de 0,26 lo que nos muestra la excelente calidad de nuestra deuda.

Ratio de inmovilizado: el valor debe ser menor que 1, siendo el de nuestra empresa de 0,06 lo que muestra que la financiación básica es capaz de financiar la totalidad de nuestro inmovilizado (ANC).


Conclusiones del análisis de ratios

Tras analizar detenidamente todos los ratios y estudiarlos conjuntamente, hemos llegado a la conclusión de que el principal problema de nuestra empresa es la falta de capital social. Lamentablemente no podremos ponerle solución hasta que la empresa se encuentre en su fase de crecimiento y comience a obtener notables beneficios. A partir de dicho momento, prevemos un aumento de nuestro patrimonio neto, y podremos llevar a cabo nuestra actividad sin necesidad de recurrir a fuentes de financiación ajenas a la empresa.

Cabe destacar la excelente calidad de nuestra deuda gracias al préstamo del ICO.
Creemos que la línea ICO (Instituto de Crédito Oficial) garantía S.G.R.(Sociedad de Garantía Recíproca)  2013 es la que más se adapta a nuestras necesidades.
Pueden solicitar estos préstamos tanto autónomos como empresas, siempre que cuenten con el aval de una SGR.
La SGR y la entidad de crédito en las que se presenta la solicitud son las encargadas del estudio, tramitación y aprobación o denegación de la operación, ya que en caso de impago son ellas las que asumen el riesgo.
Los préstamos podrán destinarse a financiar:
  1. Liquidez: las necesidades de circulante tales como gastos corrientes, nóminas, pagos a proveedores, compra de mercancía, etc.
  2. Inversiones productivas dentro y fuera de territorio nacional.
El importe máximo que se puede solicitar es de 1 millón de euros, en una o varias operaciones.
Esta línea es compatible con otras Líneas ICO, así como con ayudas recibidas de las Comunidades Autónomas u otras instituciones.
El cliente puede elegir entre tipo de interés fijo o variable que dependerá de la modalidad del aval.
Escogemos como Sociedad de Garantía Recíproca que nos avale ELKARGI, S.G.R., ya que mantiene con las entidades financieras acuerdos mediante los cuales las empresas se benefician de condiciones preferentes para la financiación de sus inversiones. Sin necesidad de cambiar de banco o caja de ahorros.



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